A medida que más personas mayores comienzan a usar internet, también se vuelven más vulnerables a ciertos riesgos, como estafas, fraudes y engaños digitales. La falta de experiencia con la tecnología puede hacer que confíen en correos electrónicos falsos, llamadas engañosas o sitios web fraudulentos. Sin embargo, con información y algunas precauciones, pueden disfrutar de internet de manera segura.
Uno de los fraudes más comunes es el phishing, donde los estafadores envían correos o mensajes falsos haciéndose pasar por bancos o empresas conocidas para robar información personal. Es importante enseñar a los mayores a no compartir contraseñas, datos bancarios ni información privada a través de correos o enlaces sospechosos.
Otro peligro frecuente son las llamadas y mensajes fraudulentos. Muchas veces reciben avisos falsos sobre premios inexistentes, problemas con su cuenta bancaria o incluso estafas emocionales en las que alguien finge ser un familiar en apuros. La mejor recomendación es desconfiar de cualquier mensaje que genere urgencia y verificar la información antes de actuar.
Las redes sociales también pueden ser un foco de engaños. Perfiles falsos intentan ganarse la confianza de las personas mayores para luego pedirles dinero o información. Para evitar esto, es fundamental que aprendan a configurar la privacidad de sus cuentas y solo aceptar solicitudes de personas conocidas.
Para una navegación más segura, es recomendable que usen contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta, que siempre accedan a páginas oficiales y que, en caso de duda, consulten con un familiar o amigo antes de hacer clic en enlaces sospechosos.
Internet es una herramienta maravillosa, pero es importante que las personas mayores se sientan seguras al usarla. Con algunos cuidados y un poco de orientación, pueden aprovechar todas sus ventajas sin correr riesgos innecesarios. La prevención y la educación digital son clave para que la tecnología sea un aliado y no una amenaza.
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